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viernes, 6 de diciembre de 2013

Los agüizotes y los agüizoteros

Con el término de agüizote se designa el uso de un amuleto para atraer la buena suerte, o bien, en un término más mágico, una hechicería o brujería. Así, se da también la figura de las brujas, que en la mayoría de los casos castigan a los soberbios y ayudan a los humildes, pero a veces abusan de su poder con graves consecuencias.
Algunos agüizotes populares para atraer la buena suerte son:
·         La nigüenta, una estatua de una muchachita desnuda, sentada en el pasto, hurgándose las hendijas de los pies. El origen de esta estatuilla fue el parásito conocido como nigua, que se metía en los pies de la gente. Los infantes que se iban a bañar al río a menudo se sentaban a la vera del camino para hurgarse los pies en busca de niguas o piedrecillas estorbosas.
·         Poner una estampa de San Antonio de Padua al revés, diciendo: De cabeza, San Antonio, para que me repares novio. Con el mismo fin, el día de San Rafael Arcángel, se acaricia el pescado que sostiene la imagen. Esta última costumbre es originaria del libro deuterocanónico de Tobías, ubicado en la Biblia católica, en la que el muchacho que da nombre al documento se casa después de viajar con el ángel.
·         Ponerse ropa amarilla para inicio de año (existe la variación de que de ese color sea la ropa interior), o bien, recibirlo con los calzones y calzoncillos vueltos al revés.
·         También para fin de año, si se desea viajar en el nuevo que empieza, llenar una valija de ropa, llevarla a las doce arrastrando por toda la casa, para finalmente terminar en la calle o camino.




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