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viernes, 6 de diciembre de 2013

Las Brujas de Escazu

La ciudad de Escazú, ubicada en el Valle Central, es famosa en Costa Rica por ser un pueblo prolífico en la producción de mitos y leyendas, de modo que es conocida en Costa Rica como «La Ciudad de las Brujas». La población existía ya antes de la llegada de los españoles (con el nombre de «Itzkatzu»), y fue una de las primeras villas en poblarse durante la colonia (alrededor de 1600).
El origen de la leyenda de la existencia de brujas en Escazú es antiguo. El Acta de la Independencia Centroamericana, aceptada en Costa Rica el 29 de octubre de 1821, estipula que en la autonomía se deben de dar una serie de condiciones, entre ellas, tener como única aceptada en el país la religión cristiana católica. Los judíos escazuceños, entonces, empezaron a reunirse a escondidas en el subsuelo de Escazú, así como en sinagogas ocultas en el interior de edificios. Ya que en esos ritos la mayoría de las invocaciones a Dios y ruegos se dan en idioma hebreo, y como los rabinos vestían de negro, la gente comenzó a creer que eran brujas, realizando hechizos o aquelarres.
Otra versión más popular afirma que la leyenda proviene del hecho de que en Escazú existían (y aún existen) gran cantidad de curanderas, a las que a veces se les llamaba brujas.
Entre las leyendas de brujas más conocidas de Escazú están: la leyenda de la Bruja Zárate, quien tendría un encanto en la piedra de San Miguel de Escazú en la cual pasaba el invierno (el verano lo pasaba en el encanto de la piedra de Aserrí); la Tulevieja, a quien la tradición escazuceña sitúa como «comadre» y compañera de la bruja Zárate y que vive con ella en la piedra de San Miguel; la leyenda de la bruja doña Fustes (coloquialmente, ña Fustes), quien lanzaba maleficios sobre los retratos de la gente para matarla a alfilerazos poco a poco (similar a algunos ritualesvudú), sin que valieran rezos o médicos, y por cuya causa se recomendaba no regalar retratos a nadie; el «negro Zara», un individuo que tenía pacto con el diablo y que se decía que conversaba con el Micomalo en un viejo higuerón que existía antes en lo que hoy es la plaza de Escazú; leyendas de brujas que se quitaban la piel y adquirían formas de animales, la más conocida de estas, la de una bruja llamada «María La Negra», que se podía transformar en un enorme y peligroso cerdo, y que evitaba el paso de las carretas de café por la única vía que durante el siglo XIX comunicaba Escazú con San José.

2 comentarios:

  1. ¿A qué obedece el reiterado intento de falsificar el origen de la brujería de Esc(z)sú, judaizándolo? Es irresponsable propalar dicha aserto sin base de ningún tipo y a contrapelo de lo que muestran otros datos históricos.

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  2. ¿A qué obedece el reiterado interés en judaizar el origen de la brujería de Esca(z)ú. Es irresponsable aseverarlo sin fundamento y a contrapelo de otras evidencias.

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