Se llama de ese modo a un fantasma femenino que,
cubierta por una especie de sombrero llamado tule (con forma
de plátano) y con los senos hinchados y erectos (unas veces chorreando leche,
según la versión), va errante por los diferentes caminos y despoblados. El
origen del nombre tiene que ver con la toca: Tulevieja, un tule
viejo o una vieja con tule (el significado del nombre varía según la versión de
la leyenda). La Tulevieja fue, según la leyenda, una joven que tuvo un embarazo
no deseado y que, una vez hubo parido su hijo, lo mató de hambre negándole el
pecho, razón por la cual quedó maldita y se transformó en este monstruo, que
anda errante por los caminos buscando amamantar al bebé que perdió, con el
pecho rebozando de leche, tanta, que deja un rastro que van siguiendo las
hormigas.
El folclore no ha podido ponerse de acuerdo a la
hora de explicar el porqué de este espectro. Su origen parece estar en la mitología
bribri, en unos genios llamados itsö que lloraban en los ríos
o cascadas cuando un niño iba a morir (o incluso que robaban y comían niños) y
que tenían la forma de una vieja con cuerpo de ave de rapiña.
La versión más conocida, empero, la vincula con la
leyenda de la Llorona. Dice que ella fue una muchachita que siempre usaba un
tule, la cual tuvo un embarazo no deseado (en Costa Rica antiguamente se
denominaba en forma coloquial como pata e'banco - pata de
banco - ). La muchacha huyó a Puntarenas, en la costa pacífica, y luego de
parir dejó al niño en un río, luego se arrepintió pero ya el bebé se había ido,
desde entonces se dice deambula por los ríos, llorando y buscando a su bebé con
la esperanza de algún día encontrarlo.
En otras versiones de la historia, se cuenta que
simplemente fue una mujer que siempre tenía puesto el tule, hasta para dormir.
Un día, el viento le arrancó el sombrero y lo dejó caer en el río. La mujer fue
tras él y murió ahogada. Desde ese día, se aparece por la vera de los ríos
lanzando un lastimero gemido que dice Tulevieja... Tulevieja...
Otra versión dice que fue transformada en un
demonio que se le aparece a los hombres lujuriosos con los senos descubiertos,
invitándolo a acariciarlos mientras bailan. Pero la fiera tiene un hormiguero
entre su pecho, y las zompopos pican al hombre, anestesiándolo. Luego, la
Tulevieja alza vuelo con el incauto para devorarlo. En esto se parece a las
bellas sirenas griegas
También existe otra versión en el cual la Tulevieja
cuando no está deambulando en los caminos, viviría en las aldeas disfrazada de
una señora de edad avanzada y aspecto aterrador, con un rostro marcado por
profundas arrugas y cicatrices, con una mirada fría y penetrante, y siempre
vestida de negro; casi siempre acarreando una carga de leña. Se dice que a lo
largo de los años, los niños de los poblados desaparecen inexplicablemente
después de habérseles visto jugar cerca de la casa de una vieja con sombrero de
tule; principalmente cuando la insultan con el apodo de Tulevieja, sin saber
que es la verdadera. Posteriormente cuando por diversos motivos desaparece de
una aldea para dirigirse a otra, en ocasiones se observaría al verdadero
monstruo acarreando una carga de leña hacia su nuevo hogar.
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