La Cegua, Segua o Tzegua es un espectro
popular que se aparece a los hombres que viajan en solitario por veredas
desiertas, en la forma de una mujer muy bella. Particularmente, el varón debe
ir en un medio de transporte (un caballo, comúnmente, aunque en relatos
modernos se puede dar también en automóviles).
Luego de que la víctima acepta llevar a
la mujer, la cara se le transforma en una calavera de caballo con la carne
podrida, ojos fulgurantes, enormes dientes averiados y aliento con hedor a
descomposición.
Lo que le ocurre a la víctima varía
según las versiones. Se dice, por ejemplo, que ella los mata con un beso, o
bien que estos mueren de terror, que escapan y quedan raquíticos, o que ella
les muerde la mejilla para marcarlos como adúlteros o lujuriosos. De
cualquier manera, en la Costa Rica de antaño se consideraba a la Cegua uno de
los espantos más aterradores con el que podían encontrarse los trasnochadores.
Sobre el origen del personaje, se creía
que la Cegua era una joven libertina que había sido maldecida por su madre
cuando la chica había intentado pegarle, al negarle ésta el permiso para ir a
un fiesta.
Existen, también, un par de versiones
del cuento de la Cegua donde éste personaje toma la forma de un niño que llora
por las veredas, y que se convierte en el monstruo de cabeza de caballo una vez
que los jinetes lo han recogido y subido al caballo.
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